Atrapasueños

Microrrelato

Podía soñar e ir a cualquier lugar. Un día soñó tanto que la perdí. Se perdió en sus propios sueños y nunca la volví a ver. No con el mismo color. Unos dicen que dejó este plano, y por eso le hicieron una ceremonia extraña en la que todos vestían de negro y le decían palabras bonitas, pero lloraban. Sollozaban tanto como si ya no existiera. Yo no entendía por qué lucían así si ella los estaba escuchando. Solo estaba pálida, pero en otro lugar, en aquél que prefirió estar. Me pregunto quién se queda en este mundo si desea estar en otro. Yo, la verdad, siempre quise acompañarla. Pero no me dejaba. Decía que cada uno debía tener sus propios sueños y hacer lo que sea por perseguirlos. Que aunque algunos se encuentren en un planeta lejano, y otros, en el de aquí a lado, es importante tener la valentía de ir a atraparlos. Quizás, es hasta más valioso coleccionarlos. Porque son oro. Son quienes te cambian los colores, decía. Y por eso yo sabía que ella siempre revivía...

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